La pragmática hace referencia a las funciones del lenguaje y a los efectos que se pretende conseguir sobre el interlocutor.
Así pues desde la perspectiva pragmática el lenguaje tendría una función comunicativa, es decir tiene una intención en relación a lo que se pretende con respecto al interlocutor y se relaciona a su vez con una función representativa del pensamiento.
Podemos decir que las habilidades pragmáticas del lenguaje se desarrollarían o potenciarían cuando se estructuraran situaciones lingüísticas que permitan al niño interrelacionarse con el medio, expresar sentimientos, tomar la palabra, respetar el turno, argumentar, defender su opinión, etc.